Fragmentos sobre La Burla de Dios 

Decidí ir a hablar con Azucena, ella es lo más cercano que tengo a una amiga. Siempre que quiero desahogarme recurro a ella. Azucena, te querìa decir que voy a ordenarme para ser cura.

Por qué, José –pregunta Azucena--

 

De verdad, quiero olvidar a Adriana y salvarme de la tristeza que me produce no estar junto a ella. Mi madre siempre dice que Dios y la iglesia son el camino hacia la salvación.

 

¿Qué opinas , Azucena?-pregunta José Leonardo

De verdad, no creo que exista una iglesia, denominación o religión  que pueda considerarse depositaria de la verdad absoluta o divina. No creo que el Papa sea representante de dios alguno en la tierra. No creo que haya libro alguno que pueda ser considerado inspirado por un dios. Añado además que niego que la biblia sea, o deba ser considerada, como una guía moral para la sociedad y que no lo es para mí. No creo que haya existido creación divina. No hubo Edén, ni Adán, ni Eva, ni diluvio universal.

 

Azucena, ¿por qué tan incrédula?- pregunta José Leonardo

A Dios  lo identifican con un hombre… yo no respeto a los hombres. Se supone que debo respetar a mi padre , pero… mi relación con èl  es como con cualquier otro hombre, intento evitarlo a toda costa. Señora, usted sabe que el esperma de los hombres es lo peor que pudo haberse creado. Yo estudio medicina y cada vez me convenzo más de eso –dice Azucena-

 

¿Por qué?- pregunta José-

Mi padre estuvo con mi madre y todo funcionó como familia hasta que yo cumplí 15 años. Luego de eso, se fue con otra mujer y hasta entonces , él, me trata como una persona inferior. Cree que no puedo manejar un carro. Él, solo cree que las mujeres deben limpiar la casa  Cuando ellos se separaron, mi madre y yo fuimos a vivir en el apartamento desocupado de Omar -un amigo que estudia conmigo-. Desde ese momento, mi madre cambió un poco sus hábitos de vida. Ella, comenzó  a trabajar en una tienda donde venden muñequitos de buda, imágenes de shiva e inciensos con aroma a sándalo. Eso, la ha ayudado a superar su separación.

Un día yo le dije a mi madre: Yo quiero leer, escuchar música y seguir descubriendo el fascinante mundo de la medicina. –dice Azucena-

¿Qué te dijo tu madre? ¿no piensas tener hijos ? – pregunta José

No. Quitan mucho tiempo. Eso, significa estar esclvizada todo el dìa; preparándoles comida, bañándolos, ayudarles a hacer sus tareas. Estoy casi segura que, el hombre que sea padre de mi hijo  no harà nada. Tal vez huya   cuando se entere de mi embarazo. Yo me imagino todo eso, y prefiero no tener hijos., - dice Azucena-