jueves, 28 de mayo de 2020


El último bohemio


Miguel prefiere dormir en las tardes, así puede imaginar a Azucena.. Nunca la ve, nunca le escribe y él siempre está con ella. Últimamente, su almuerzo es recordar su voz. Eso, le permite estar en forma y lucir atractivo, por si se le presenta una oportunidad para compartir con Azucena. Miguel recuerda que la última vez que vio a Azucena fue cuando leyeron el arte de ser feliz  y, hablaron sobre la importancia de estar vivos, de embriagarse con el espíritu y la inteligencia, por encima  del dinero  

Pasó una semana de ese primer encuentro. A las 6 pm del viernes siguiente, Azucena y Miguel, se reúnen en casa de Miguel. Luego de un concierto de la orquesta sinfónica con motivo de Halloween. En medio de un clima avasallado por los truenos y una pronunciada lluvia,  llegan a casa de Miguel. Él va a su estudio –ubicado en el piso de arriba de su casa- para poner   música.


¿Sabes qué banda es?

 Suena a Pink Floyd – dice Azucena

Tienes buen oído musical

Y, ¿qué canción suena? – pregunta Miguel

Todavía no logro descifrarla.

Si!. Con este frío el café me cae como anillo al dedo

Por cierto, -Azucena, abre su bolso-. Mira, este libro de Schopenhauer lo traje de mi último viaje a Colombia.

Genial… déjame ver…  -Miguel lee el título- Aforismos sobre el arte de ser feliz.

¿Tú eres feliz?, - le pregunta Miguel.



Pues… fui en las vacaciones a la playa con Carolina . Al ver el azul del mar y su imponente corriente, me sentí feliz, ¿y, tu?.



Ahora que lo pienso, yo tenía mucho tiempo sin hablar con alguien sobre las cosas que me agradan. Supongo que, hablar contigo sobre esto es ya, algo  felicidad.