domingo, 4 de junio de 2017



 El Camaleón

Hay varias maneras de transformarse: la primera, transformarse en bandoneón, respirar en cada frase, articular cada nota, dejarse llevar; destruirse. Hay varias maneras de transformarse: en flauta trasversa respirando  al unísono del viento.: En piano,  confluir en dos aguas, dialogar entre la melodía del hocico aterciopelado, acompañarse al compás de la luna o del portal misterioso que se aloja en las cuerdas de la guitarra.

En melódica o en cuerdas azules que intentan  respirar la neblina cubierta sobre los ojos de fuego. Otra manera: dejarse  tocar los órganos, penetrar toda la memoria, fotografía a fotografía como un gran álbum. Transformarse de otra manera: es revancha, buscar en el sable, en la armadura del oponente posado a la luz del rayo. Transformarse en lluvia, desaparecer en cada briza minúscula,

Mutar en barro, deslizarse en la tierra incrustada al fondo del jardín. Volverse un venado, aparecer en la iluminación de los crepúsculos detenidos por las flechas amarillas. Desalojar los miembros, convertirse en una cucaracha y celebrar la despedida de las avispas.

Soñar con el valle minado de trigos ausentes, con el valle  de pájaros muertos y armar un sepulcro de dioses desconocidos. Ciertas piruetas se desvanecen en el puente. Cierto aliento es devorado por las  formas del silencio plantadas en el estanque,
fluir,   
fluir,
fluir.


La maniobra del sol es un niño de bálsamo amarillo. Es la forma de partir.
La maniobra del sol es el resto de un naufragio repleto de vientos antiguos, es un naufragio intacto.
La maniobra del sol es la explosión de una aurora renovada con todos los árboles en su lugar, con toda el agua que se riega sobre la penumbra oculta en el monte sacro,  un relicario bendecido por el portal de los ancestros invisibles. 

La maniobra del sol es un vestido cubierto de parches, abierto en varios pliegues; es el día y sus ganas escurridizas al desaparecer.

Las Heroínas son una pirueta inalcanzable en el paraíso de lo inefable, sus esquinas dibujan un hoyo en el cielo y juegan con los sonámbulos, habitantes de un sueño en el cual los duendes balbucean hasta aturdirse,

Son un pasadizo con faroles intermitentes. Metrónomos de arena. Menhires fructíferos en el jardín de los desventurados, embusteros, color verde. Son tres las heroínas: Helios, Aer, Pir , todas fundidas en lo alto del sendero, juntas bailan para aniquilar el fuego.

Las Heroínas: eternas compañeras de un camaleón intacto. Él muchas veces repitió las palabras de un niño ingenuo, al que solo le gustaba tocar el piano

Un ingenuo niño lleno de pesadillas imposibles de recrear. 7 vidas, 3 colores: amarillo, azul y blanco, Las Heroínas se adornan con el techo incrustado en los ojos. En la mesa hay palabras que amanecen, hay vigilias interminables.

Ellas son un desfile de luciérnagas, rosando el espejo ovalado en el aire, un desfile de hojas sin nombre, un paisaje borrado en la precipitación.

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